¿Valoramos la agricultura del Perú? 

Existe desde los primeros humanos

Es un trabajo casi tan antiguo como los primeros humanos. Cuando los nómades se asientan en un lugar para formar su familia, descubren que al sembrar semillas podían alimentarse de sus frutos. Esta práctica se realiza a lo largo del tiempo y las personas comienzan a crear grandes cultivos y chacras. Esto también nos permite reconocer que estos conocimientos se pasan de generación en generación.

No todos los suelos son para la agricultura

Mantener los cultivos es algo de mucho cuidado porque la realidad es que si no hay cultivo no hay qué comer. En este caso, los agricultores no solo se alimentan de lo que cosechan sino también que venden esos productos. Las culturas del Perú antiguo descubrieron cómo cultivar en diferentes suelos y geografías. Por ejemplo, en la sierra desarrollaron andenes o terrazas de cultivo. Además, emplearon herramientas que hasta el día de hoy siguen siendo parte fundamental de la agricultura peruana como la chaquitaclla o el arado. Obviamente, también han ido evolucionando.

Una riqueza natural

Nuestro país tiene diferentes frutos en cada región y también a eso se debe nuestra variada y deliciosa gastronomía. Por ejemplo, en la costa peruana podemos encontrar cosechas de arroz, palta y maracuyá. Mientras que en la sierra hay variedad de cereales como trigo, cebada, avena y papa. Por último, en la selva se aprovecha el fruto de algodón, café, cacao y caña de azúcar. Estos son solo algunos ejemplos de productos que se cosechan en cada región pero la realidad es que existe una gran variedad. 

El trabajo de los agricultores es muy cansado, tienen jornadas desde muy temprano y por un largo tiempo de espera para poder ver los frutos de su cosecha. Valoremos este oficio y las personas que lo practican ya que son los responsables de tener productos de calidad y orgánicos en nuestra mesa. Conoce más sobre el asombroso trabajo de los agricultores en Chaski, el investigador.